Internacional
Al filo de la madrugada de este viernes, el Congreso de Perú aprobó la destitución de Dina Boluarte como presidenta de la república, en una votación unánime con 118 votos a favor, sin abstenciones ni votos en contra.
El Legislativo había convocado a la mandataria para ejercer su defensa antes de la votación, pero Boluarte se negó a asistir, calificando el proceso de “inconstitucional” y “violatorio de cualquier procedimiento”.
Tras esperar veinte minutos, los congresistas procedieron a la votación y aprobaron la vacancia presidencial por incapacidad moral permanente.
En sucesión constitucional, el presidente del Congreso, José Jerí, juró como nuevo jefe de Estado del país sudamericano, prometiendo encabezar un “gobierno de reconciliación” y declarar la guerra al crimen organizado.
“Los enemigos son las bandas criminales en las calles. Debemos enfrentarlas con decisión”, expresó Jerí al asumir el cargo.
El nuevo presidente, un abogado de 38 años, afiliado al partido Somos Perú, ocupará el cargo hasta las elecciones generales previstas para abril de 2026.
Jerí, quien votó a favor de la destitución del expresidente Pedro Castillo en 2022, ha enfrentado en el pasado acusaciones de abuso sexual y presunta corrupción, archivadas posteriormente por la fiscalía.
La destitución de Boluarte se produjo tras semanas de presión política y un clima de creciente inseguridad en el país. El detonante final fue el ataque armado contra el grupo musical Agua Marina durante un concierto en Lima, que dejó varios heridos y evidenció la escalada de violencia vinculada a las bandas de extorsión que operan en el país.
La Policía Nacional del Perú reportó que los atacantes dispararon desde una motocicleta en movimiento y hallaron 27 casquillos de bala en el lugar. El hecho provocó indignación ciudadana y reavivó las críticas al gobierno por su falta de respuesta frente al crimen organizado.
Con esta destitución, Perú suma seis presidentes desde 2018, en un contexto de inestabilidad política marcado por acusaciones de corrupción, crisis institucional y la pérdida de confianza ciudadana.
