Un gran incendio forestal en Hawái deja ya más de 80 muertos y devasta la isla de Maui

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El devastador incendio forestal que arrasó una localidad del archipiélago estadounidense de Hawái ha dejado un rastro de destrucción y desolación esta semana. Las autoridades del condado de Maui confirmaron en la noche del viernes que al menos 80 personas perdieron la vida a causa de este desastre, mientras que más de 1,400 personas fueron evacuadas y trasladadas a refugios de emergencia.

La reacción oficial ante esta tragedia ha sido objeto de crecientes críticas por parte de los habitantes, lo que llevó a la fiscal general de Hawái, Anne Lopez, a anunciar la apertura de una investigación sobre la gestión de la crisis. Residentes desesperados han expresado su frustración por la falta de advertencias previas sobre el incendio, que atrapó a muchas personas en la localidad.

En la ciudad de Lahaina, una popular zona turística en la costa oeste de Maui, los residentes aturdidos han buscado entre los escombros de sus casas en busca de pertenencias que pudieran haber sobrevivido a las llamas. Algunos han tenido la suerte de encontrar sus hogares intactos, como lo expresó Keith Todd, quien se mostró agradecido pero devastado por la situación.

Las críticas hacia la respuesta oficial se han centrado en la falta de advertencias efectivas, con algunos habitantes declarando que solo contaron con información transmitida de boca en boca. La falta de activación de alarmas de incendio y la interrupción de los servicios de emergencia, como el número 911, han aumentado la confusión y el caos durante la catástrofe.

Los equipos de bomberos han estado trabajando incansablemente para extinguir los focos y controlar los incendios que aún permanecen activos en la localidad. El gobernador Josh Green describió la situación como "probablemente el desastre natural más grande en la historia del estado de Hawái", y los efectos devastadores se han extendido a través de más de 800 hectáreas en dos islas del archipiélago.

El presidente Joe Biden declaró el estado de catástrofe natural, lo que permitirá la liberación de fondos federales para ayudar a los afectados en el condado de Maui. Incluso el papa Francisco expresó su "profunda tristeza" por la tragedia que ha golpeado a la región.

Este incendio, que comenzó en la madrugada del martes, ha dejado una marca imborrable en la comunidad. Habitantes desplazados han compartido historias de pérdida y desesperación, describiendo la localidad como un "pueblo fantasma". A medida que los esfuerzos de rescate y recuperación continúan, la solidaridad y el apoyo tanto a nivel local como internacional se hacen más esenciales que nunca.

Fuente: Agencias

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