Internacional
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró este jueves al Cartel de los Soles como grupo terrorista con incidencia en territorio ecuatoriano, en el marco de su política de combate frontal contra el crimen organizado. La medida, formalizada mediante decreto ejecutivo, ordena al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) investigar la posible infiltración de esta estructura en bandas locales y coordinar con organismos internacionales para identificar sus vínculos operativos.
El mandatario sigue así una línea similar a la adoptada por el Gobierno de Estados Unidos, que durante la administración del expresidente Donald Trump sancionó al Cartel de los Soles como entidad terrorista.
La decisión llega tras las declaraciones de la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, quien vinculó al presidente venezolano Nicolás Maduro con el narcotráfico y anunció una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a su captura.
En su decreto, Noboa dispuso que las agencias ecuatorianas de inteligencia establezcan vínculos con sus pares internacionales para determinar los nexos entre el Cartel de los Soles y las redes criminales que operan en el país andino.
El Cartel de los Soles ha sido señalado por Washington como una estructura integrada por altos funcionarios y militares del Gobierno venezolano, dedicada al tráfico de drogas hacia Centroamérica y Estados Unidos. El ministro venezolano Diosdado Cabello ha calificado estas acusaciones como un “invento” estadounidense, mientras que la vicepresidenta Delcy Rodríguez pidió a los países latinoamericanos unirse ante lo que considera “amenazas directas de intervención militar” de EE. UU.
Esta declaración se enmarca en la ofensiva nacional que Noboa mantiene desde comienzos de 2024, cuando decretó el estado de conflicto armado interno contra las bandas transnacionales que operan en Ecuador. En esa lista ya figuran organizaciones como el Tren de Aragua, los Comandos de la Frontera y el Frente Óliver Sinisterra, grupos vinculados al crimen organizado y al narcotráfico.
Desde el inicio de su mandato, Noboa ha emprendido una “guerra contra el crimen” con el propósito de frenar la creciente ola de violencia que afecta al país, donde los índices de homicidios alcanzan niveles sin precedentes en América Latina, con un promedio de al menos un asesinato por hora.
El endurecimiento de la política de seguridad ha ocurrido en un contexto de ruptura diplomática con Venezuela, agravada tras el asalto policial a la Embajada de México en Quito en abril pasado para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, quien había recibido asilo político.
Con esta nueva medida, el Gobierno ecuatoriano busca fortalecer su cooperación internacional en materia de inteligencia y posicionar a Ecuador como un actor decidido a enfrentar las redes criminales transnacionales que amenazan la seguridad regional.
